Pablo Escobar, el notorio narcotraficante colombiano, fue conocido por su inmensa riqueza y su gusto extravagante por los vehículos de lujo. Durante su reinado en el mundo del crimen, acumuló una impresionante colección de automóviles, motocicletas, aviones, helicópteros y embarcaciones que reflejaban su opulento estilo de vida. Entre sus tesoros automovilísticos más preciados se encontraban piezas icónicas que abarcaban varias décadas de historia del automóvil.
Consideremos ahora algunos de los vehículos más destacados de su notable colección, propiedad del narcotraficante más prolífico en la historia de Colombia.
Automóviles:
Alfa Romeo Spider (1966) – Aston Martin DB5 (1964) – Audi Quattro (1985) – Bentley Continental (1985) – BMW Serie 7 (1992) – Cadillac Series 75 (1969) – Chevrolet Chevelle (1970) – Chevrolet Corvette (1985) – Dodge Charger (1969) – Ferrari Testarossa (1986) – Ford Mustang (1967) – Jaguar E-Type (1961) – Lamborghini Countach (1988) – Lincoln Continental (1963) – Lotus Esprit (1976) – Maserati Ghibli (1970) – Mercedes-Benz 600 Pullman (1975) – Porsche 911 Turbo (1987) – Rolls-Royce Phantom (1979) – Toyota Land Cruiser Blindado (1983)
Motocicletas:
BMW R75 (1970) – Bultaco Sherpa T (1975) – Harley-Davidson Fat Boy (1989) – Honda XL 250 (1980) – Kawasaki KLR 650 (1993) – Suzuki AX 100 (1991) – Triumph Bonneville (1968) – Vespa PX 200 (1982) – Yamaha DT 175 (1985)
Aviones Ligeros:
Cessna 210 (1978) – Cessna 172 (1982)
Helicópteros:
Bell 206 JetRanger – Bell 230
Embarcaciones:
Yate de lujo Sunseeker (1989)
Esta asombrosa lista de vehículos refleja la obsesión de Escobar por la velocidad, el poder y el lujo. Cada pieza representa un capítulo distintivo en la historia del diseño automotriz, motociclístico y de aviación, destacando la diversidad de su colección y su insaciable búsqueda de exclusividad.
A pesar de su infame legado, la fascinación perdurable por la colección de Pablo Escobar continúa capturando la imaginación de muchos, sirviendo como un recordatorio perenne de su controvertida presencia en el mundo del crimen y su inigualable pasión por la extravagancia.
